lunes, 19 de diciembre de 2011


Pero si escuchas canciones que te erizan la piel, 
de guitarras color canela que vuelan paralelas al océano pintado con acuarela. 
Desplazando tu mano por la madera, 
sintiendo los años del planeta en tu médula, 
cantando con la boca cerrada y soñando en noches en vela. 
Vuelve la calma, el mal descansa en la cama y tus rizos adornan una sonrisa plana. 
Luminosa y peinada por la brisa marina que sopla,
suave, en los acantilados donde el agua lucha incansable con la dura piedra. 
Y ves los astros solapados al cielo y entiendes nuestra existencia, 
es efímera y monótona, es aburrida y divertida. 
Y nos reímos de lo absurdo de todo esto, 
de como se nos escapa el calor entre los dedos 
y el frío nos abraza y nos arranca los pelos. 
Todos calvos, todos ciegos, todos muertos 
pero por el último momento que vivimos cogidos de la mano, 
volvería a nacer, a morir y a derrocar a cualquier amo. 
Y sigo, sigo enfermo y atado.
No puedo, no puedo olvidar el pasado.


gritosdebilesdesdebosquesdesconocidos.blogspot.com

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